Nuestros moldes para trabajar el concreto están construidos en acero de alta calidad y resistencia a la abrasión. Debemos siempre tener en cuenta, que una mayor dureza implica una mayor fragilidad, siendo por este motivo importante encontrar un equilibrio entre ambos conceptos. Habitualmente, nuestros moldes de calidad superior para la fabricación de bloques de hormigón, son fabricados en acero HARDOX 450, pudiendo garantizar una muy alta duración y una excelente calidad durante toda su vida útil y ofreciendo uno de los mejores rendimientos del mercado.
A su vez, el rendimiento y la duración del molde depende de muchos factores, entre ellos el tipo de agregado utilizado y su curva granulométrica en la fabricación del hormigón, la potencia de vibración con la que se trabaje y el grado y estado de mantenimiento del equipo, el correcto ajuste de los acoplamientos, o la calidad de los aceros con los que se ha fabricado el molde y la resistencia de los mismos, entre muchos otros factores.
La precisión de corte de la caja del molde y el ajuste automático de cada prensador en cada perfil aseguran un ajuste constante y predefinido entre todos los prensadores y la caja del molde. Los prensadores son mecanizados en un centro de mecanizado CNC, cortados con láser con una máxima precisión y tratados térmicamente para una mayor precisión.
Algunos de los tratamientos que aplicamos al acero de los Moldes para concreto, facilitan obtener las mejores propiedades anti desgaste durante toda la vida útil del molde:
Tratamiento térmico
El tratamiento térmico consiste en someter al acero de los moldes para concreto a un conjunto de operaciones de calentamiento y enfriamiento, bajo condiciones controladas de temperatura, tiempo, velocidad y presión con el fin de mejorar sus propiedades mecánicas, especialmente la dureza, la resistencia a la abrasión y la elasticidad.
Tratamiento de carbocementación
El tratamiento de carbocementación es un tratamiento termoquímico mediante el cual se aporta carbono a la superficie del acero de los moldes, mediante difusión, que se impregna modificando su composición, con el fin de endurecer la superficie de una pieza sin modificar su núcleo. Mediante este proceso, se obteniene una pieza formada por 2 materiales, la del núcleo de acero (con bajo índice de carbono) tenaz y resistente a la fatiga, y la parte de la superficie (de acero con mayor concentración de carbono), que aportará una mayor resistencia a la abrasión en contacto con el concreto.